Desde la década pasada, Chile cuenta con Objetivos Sanitarios que son la carta de navegación del sector salud. Estos son considerados una herramienta de gestión y referencia fundamental. Luego de la evaluación de los objetivos sanitarios 2000- 2010 y la utilización de una metodología adecuada, se crean unos nuevos que tienen como norte la prevención de enfermedades, el fomento a los hábitos de vida más sanos, garantizar a todos los chilenos una atención, digna, oportuna y de calidad, y mejorar significativamente la gestión y eficiencia (de los hospitales y APS).
Por lo tanto, el país cuenta con un Plan Nacional de Salud, que está conformado en un primer nivel, por los siguientes cuatro grandes Objetivos Sanitarios:
• Mejorar la salud de la población
• Disminuir las desigualdades en salud
• Aumentar la satisfacción de la población frente a los servicios
• Asegurar la calidad de las intervenciones sanitarias
Estos objetivos sanitarios se descomponen en 9 Objetivos Estratégicos Sanitarios.
Objetivos estratégicos sanitarios y necesidades de información del sector
Cada uno de los Objetivos estratégicos que guían las políticas de salud en nuestro país, tensionan al sector en cuanto a requerimientos de información, de la siguiente manera:
Énfasis en la prevención y promoción:
• Sin información confiable es difícil identificar de qué y dónde se enferman las personas, cuáles son los determinantes de la enfermedad, y por ende formular políticas de prevención adecuadas.
• Para ello es importante poder cruzar diversas fuentes de información y anticipar los efectos sanitarios de los distintos eventos.
• También se debe asegurar vacunas, exámenes preventivos, entrega de alimentación, entre otros.
Cuidado del paciente:
• Mantener sanas a las personas requiere anticiparse a la enfermedad, o tratarla oportunamente, lo que obliga a contar con el historial clínico del paciente, antiguos diagnósticos, resultados de exámenes, alergias, entre otros, independientemente del establecimiento en que éste consulte.
• También se debe asegurar disponibilidad de medicamentos para tratarlo.
Funcionamiento en Red:
Uno de los principales ejes del fortalecimiento institucional dice relación con el funcionamiento en red del sector, que considera esencialmente un conjunto de nodos con diferentes especializaciones, que colaboran para dar salud. El buen funcionamiento de una red requiere mucho intercambio de información en procesos tales como:
• Referencia/contrareferencia
• Seguimiento del paciente
• Conocimiento de la oferta y producción de los nodos de la red
• Conocimiento de las reglas y protocolos de derivación
Reducir inequidades:
La principal estrategia para reducir las inequidades es el régimen de garantías explícitas de salud (AUGE o GES), que establece garantías de acceso, oportunidad, calidad y financiamiento. El buen funcionamiento de esta estrategia obliga a un registro e intercambio oportuno de información relacionada con el cumplimiento de las garantías:
• Trazabilidad del paciente: necesidad de monitoreo y control centralizado
• Gestión de oportunidad de garantías (en el sector público y privado)
• Diagnósticos remotos (telemedicina)
• Trazabilidad del paciente: necesidad de monitoreo y control centralizado.
• Gestión de oportunidad de garantías (en el sector público y privado)
Sustentabilidad financiera (gestión eficiente):
Uno de los ejes de la sustentabilidad financiera es la eficiencia, entendida ésta como la resolución de los problemas de salud de la población al más bajo costo. Una gestión eficiente obliga a conocer la demanda, la producción y los costos de los establecimientos, y a reducir costos eliminando actividades que no aportan valor. Obliga también a mejorar otros aspectos tales como: revisión de los procesos, conocimiento y uso de protocolos médicos (medicina basada en la evidencia), optimización de exámenes y dispensación de fármacos; evitar la duplicidad, la merma y por último la reducción del costo de los muchos dobles o triples registros de información.
Evaluación/Planificación:
La única forma conocida de evaluar es medir y luego comparar con otros. Esto requiere incorporar temas como GRD, benchmarking, lo cual a su vez requiere integrar información de producción sanitaria con información de costos.